The Burgundy Bar – Maybelline*

Puedo reconocer que soy bastante snob con las sombras de ojos. Me cuesta valorar o acercarme a marcas económicas. Además, mi experiencia con las sombras de Maybelline no siempre ha sido genial. Entré con miedo a probar la The Burgundy Bar, acá les cuento si pude superarlo.

Esta paleta, como dice su nombre, está centrada en tonos borgoña y son eminentemente cálidos. Son 12 colores con acabados mate, satinados, metalizados y con shimmer. Viene una brocha que por un lado tiene esponja y por el otro una especie de pincel. La paleta es plástica delgada, sin espejo, pero con un apertura transparente en la tapa que permite ver los colores que vienen dentro.

Algo que llamó mi atención del principio fue que las sombras casi no tiene una profundidad o separación más firme las unas de las otras, están bastante planas en la forma en que están dispuestas, esto hace muy sencillo que se manchen del color de el lado porque están muy pegaditas. La segunda cosa que llamó mi atención, y quizás la más obvia, es que los colores elegidos son MUY lindos.

Cosas menos agradables a la vista: las sombras no tienen nombres y el pincel que viene parece bien inútil en primera instancia. Después descubrí que la esponja sí me servía. Increíble pero real. Las sombras que tienen glitter tienden a botar mucho al aplicarlas y te queda la ojera cochina, pero si la aplico con esta esponja o con una brocha húmeda, se escapan menos y queda mucho más intenso el color.

Y algo, que no puedo dejar pasar, es que vienen solo 2 tonos mates. Aparte de ser muy pocos para mi gusto, siento que tampoco son lo más funcionales, el café más claro al final de la primera fila puede servir para transiciones y el café-burdeo exactamente abajo sólo sirve para oscurecer la V exterior o hacer delineados. Me falta otro café mate medio más cálido y un crema o tono de iluminador mate. Así esta paleta sería 100% útil por si misma, no necesitarías otras para lograr un look.

Algunos looks creados con la paleta The Burgundy Bar

Pero sí, con esos comentarios hemos superado lo complejo. Porque la buena noticia es que esta paleta es muuuucho más pigmentada que todas las otras similares de este formato que he probado de la marca Maybelline. ¿Es una paleta de una pigmentación perfecta o la mejor que tenga en mi colección?: no. Pero está bastante buena, la sigo usando y la seguiré teniendo en mi colección porque me gusta harto, siento que puedes obtener looks bien lindos. Hay que tener en cuenta que son tonos bien similares, que los looks que lograrás a la larga terminarán pareciéndose, pero esto pasa con paletas con una temática tan clara (pasa también con la Naked Heat, por ejemplo) pero considero que es válido mencionarlo. Esta paleta da looks cálidos-neutrales-rojizos.

Los mate no son mis preferidos y tampoco los que tienen shimmer. En ambos casos hay que poner una dedicación especial para poder trabajarlos, pero se pueden trabajar. Las sombras satinadas están simplemente espectaculares. Los bronce y el tonos rojizos están geniales <3.

Ah! Además todas me duran de lo más bien todo el día usando primer. Recuerden que uso toooodas mis sombras con primer, siempre es mejor hacerlo así. Y, durante el día, no andan cambiando de color, el color que aplicas es el color que se ve y queda durante el día.

Si les tincó, esta paleta cuesta alrededor de $7.000 y lo mejor es que fácil de encontrar en farmacias, perfumerías y multitiendas. Yo la recomendaría si quieres sombras cálidas pero no quieres invertir tanto o quieres saber como te quedarían, estas tienen una calidad media a un precio más adecuado 😉 

2 comentarios sobre “The Burgundy Bar – Maybelline*

  1. Amé tus fotos con las sombras, te quedan preciosas!!
    Asumo que no debo comprarme más paletas de sombras… así que buscaré un look con lo que ya tengo (Makeup Yunkie)

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