Las uñas son un tema difícil para mi. Pues son muy débiles, crecen poco y me da mucho trabajo intentar tenerlas decentes. Pero tras harto tiempo, al fin, estoy con una rutina que me ha permitido tenerlas más sanas, de un largo decente para mi y que no se anden rompiendo a cada rato. Así que acá les cuento en qué consiste mi cuidado usual de uñas.
Lo primero ha sido leer y entender más sobre las uñitas y su cuidado. Los consejos en su momento de Glitteriana, y también seguir las actualizaciones de la Manu Manríquez y la Fran Méndez (todas especialistas) que además me han respondido varias dudas, me han ayudado harto a aprender más al respecto.
Una cosa que aprendí es a ser más cuidadosa con mis uñas, ahora no me salto jamás el uso de guantes para lavar la loza (existen por tallas, no se resbala la loza se los juro… mis manos son enanas y encuentro guantes así que no hay excusa), mis uñas no son «herramientas» para abrir, tirar, etc., que idealmente debo tener siempre las uñas esmaltadas (aunque sea con un brillo) para protegerlas y también he aprendido a tener más paciencia con todos los procesos: que si me esmalto bien y con calma, siempre me dura más el esmalte y queda más lindo.
Ya hablando de esmaltar, partamos por el proceso inverso: sacarse el esmalte. La verdad acá no he gastado mucho pero ambos productos se portan bien y me sirven. Los removedores de esmaltes de Essence pasan muy bien la prueba. Tengo uno en pote (esos que mete uno el dedo y lo deja ahí un rato) que es ideal para esmaltes con glitter o más difíciles y también uno normal, de botella. Ambos los tengo hace rato y seguro me costaron menos de $3.000 cada uno (en DBS o Tiendas Makeup).
Pasado tener las uñas ya sin esmalte y también evitando toda oleosidad (así se adhiere mejor el esmalte que pongamos) cada 2 o 3 semanas repujo mis cutículas. Para eso uso esa herramienta plateada que ven en la foto y también el Cuticle de Orly, este lo compré hace millones en una de estas ferias de profesionales que hacen de vez en cuando en la Estación Mapocho. No recuerdo cuánto me costó, pero es muy útil ya que suaviza la cutícula y permite usar el repujador de forma más sencilla. Se aplica una capa, se deja un ratito, se empuja y luego se lava con agua tibia.
Luego, usualmente vuelvo a pasar con un poco de quitaesmalte. Para evitar nuevamente cualquier oleosidad (sí, uso harto quitaesmalte). Luego el primer paso durante ya harto rato ha sido el Esmalte Endurecedor para Uñas de Química Alemana, es un producto un poquito «polémico» porque tiene formaldehido pero ha sido lo único que me permitió hacer mis uñas más firmes. Lo usé por 2 meses pero ahora detuve su uso (gracias a Fran por ese consejo) ya que se recomienda descansar de uso tras ese plazo. Obviamente, sólo usar este producto no es la panacea para uñas más firmes, también es necesario los cuidados que les hablé al principio y también usar aceites nutritivos, pero de esos vamos a hablar hacia el final. No entraré en mucho detalle con el esmalte de Química Alemana sólo porque les haré una reseña prontico (ya tengo las fotos arriba, sólo me falta el tiempo!) pero el asunto es que esa es su función y lo usé siempre como primera capa de la manicura.
El siguiente paso -que quizás suene un poco redundante pero así lo estaba haciendo- es aplicar un Base Coat. Estoy usando la Base Fortalecedora de Ajo y Limón de Vogue, que no pasa de los $2.000 en PreUnic (me parece) y la verdad la he visto útil y correcta. No es algo recomendado por manicuristas ni semejante, pero como usuaria promedio me parece buena.
Acá tocaría luego aplicar el esmalte de tu preferencia así que acá inserte el color de tu preferencia jajaja. ¿Les recomiendo esmaltes que me gusten? Quiero destacar Masglo este año, los esmaltes de esa marca me gustaron y duran mucho en las uñas (mientras les escribo esto llevo una manicura por 6 días con mínimos saltados) y uno que no falla es OPI, es siempre un favorito. En rango económico, me he sorprendido con Vogue y de hace años que soy fan de los de Rimmel London.
Para sellar, SIEMPRE, uso el mismo Top Coat. El de Fast Drying Top Coat Ceramic Glaze (gracias a Glitteriana por este regalo!) que ha sido un cambio en mi mundo jajaja. De verdad seca rapidísimo la manicura, deja un brillo hermoso y protege bien.
Y como último paso, tras que todo esté bien seco siempre paso con aceite de cutículas. En la foto les puse un mini de CND Solar Oil, pero pueden encontrar otros recomendados como el de Essie, Essence también tiene uno, tengo uno de Ceramic Glaze que tiene lavanda y es muy agradable también o directamente usar aceites como el de jojoba o argán. Se aplican en las cutículas y la idea es masajear un poquito la zona. Esto lo hago también todos los días en la noche y, si me acuerdo, alguna vez más durante el día. Estos aceites nutren un poquito esa zona y el masaje ayuda a promover la circulación sanguínea. Y usualmente luego uso una crema bien hidratante, la que no me falla es la Ultimate Strengh Hand Salve de Kiehl’s (lea aquí su propia reseña) la uso tras finalizar toda la manicure y también todas las noches tras el aceite de cutícula. Para mi es una recontra recomendada.
¡Y eso es todo! Ah, también quiero destacar que una buena alimentación también es importante, como para todo nuestro cuerpo. En mi caso, además de preocuparme de eso tomo vitaminas que incluyen en su fórmula Biotina que usualmente se asocia al crecimiento de uñas y pelo, así que también es una ayuda (uso las Centrum Mujer). Cuidarse las uñas no ha sido sencillo, en el sentido que hay hartas cosas a las que poner atención. Pero son fáciles una vez que te acostumbras, al menos ahora estoy mucho más conforme con su condición.