2014: el año en que todo cambió

Se va el 2014, en tan solo unas horas. El año, en que sentí que todo mis «pisos» mentales se removieron. Donde me encontré, frente a frente, con mis sueños.

Quizás lo más importante de este año fue hacer el Magister en Periodismo. Fue mucho más difícil de lo que pensaba. Pero logré reactivar mis neuronas -adormecidas de tantos años sin estudiar- y por sobretodo la confianza en mi misma, en el ámbito intelectual. Tuve suerte, la gran suerte de contar con maravillosos compañeros que hicieron todo más fácil. Que cuando tuve pánico me escucharon, que cuando lloré me consolaron, que cuando perdí la confianza en mi misma me levantaron y recordaron que valgo muchísimo. Y cuando había que morirnos de risa, hasta llorar, también estaban. Para más suerte, hice amigas: mis extranjeras bellas y mi chilena pequeñita. A mi me cuesta tener amigas, aprender a abrir el corazón a nuevas personas fue otra enseñanza de este año.

Extrañé muchísimo cosas de la vida de antes: el mar, a mi mamá, a mis mejores amigas Marcela y Maite. Extrañé caminar al trabajo y estar cerca de todo. Extrañé que la micro parara en cualquier lado. Extrañé trabajar y por sobretodo, enfrentarme a que durante un año no recibí sueldo a fin de mes. La vida acá en Santiago me tomó como una ola, me botó, pero ya estoy de pie, incluso disfrutándola.

Porque gané tanto más, me reencontré con las raíces de mi personalidad y con una «yo» que andaba escondida en una aparente tranquilidad. Volví a ser la mejor versión de mi, más honesta y chistosa, a ser feliz con menos y por sobretodo a creer que siempre, pero siempre, salgo adelante.

El blog también tuvo lo suyo, le tocó lidiar con mis tiempos. Pese a aquello, las visitas siguen subiendo, más marcas han creído en este espacio y ustedes siguen aquí acompañándome (¡y cada vez son más!).

Lo mejor de este año ha sido el apoyo de mi pareja para poder cumplir mi sueño de comenzar a ser parte del periodismo. Tengo la suerte de contar con un compañero que apoya mis días con su amor y cuidados. Tengo amigas maravillosas en la distancia y en el día a día, que nunca me dejan bajonearme y siempre me enseñan cosas nuevas. Tengo la suerte de terminar el año sintiéndome más viva y agradecida que en mucho tiempo.

¿Qué quiero para 2015? ¡No tengo idea! Solo sé que quiero ser más feliz aún y dejar que mis sueños me guíen, que el corazón mande 🙂
Pese a lo difícil ¡Gracias por todo 2014!